Escribir y publicar. La lucha interna

Hace años que en un arranque impulsivo decidí que era el momento de publicar mi primer libro, ¿por qué no? No tenía nada que perder y quizás podía ganar algo. Hice lo que todo el mundo, enviar mi manuscrito a varias editoriales y tuve la suerte de poder publicar, de empezar a hacerme un mini hueco, muy pequeño y con mucho esfuerzo. De crecer, de seguir luchando no sé muy bien por qué ni para qué, de continuar enseñándole al mundo lo que hago, de poner sobre la mesa mi forma de ver la realidad.

Sin embargo, hay algo que me ha acompañado desde entonces y siempre que publico algo nuevo: la inseguridad. Temo publicar un texto que desde mi perspectiva perfeccionista no sea lo suficientemente bueno, no esté bien escrito. No aporte nada nuevo. Temo las críticas, temo la exposición y la sociabilización que viene acompañada al acto de publicar. Porque es necesario hacer una presentación, hablar con los medios, darte a conocer a ti y a tu obra. Lo deseas y a la vez lo odias. No quieres pasar por eso, ¿por qué hay que pasar por ello? Y entonces llega esa tan conocida lucha interna que balancea entre el entusiasmo y el miedo, entre la alegría y el cansancio, entre las ganas de compartir y la fragilidad de la necesidad de aprobación, la necesidad de que te den esa palmadita en la espalda. De que alguien te mire y te diga que lo has hecho bien, que le gusta lo que escribes. De que se entusiasmen con lo que has escrito tanto como tú…

Pero cuando todo eso no ocurre, algo se rompe y no quieres seguir luchando. No quieres seguir teniendo miedo, pánico a ser el centro de atención. Te preguntas por qué hay personas que publican, presentan, acuden a festivales, sociabilizan y no sufren por ello, les gusta, se sienten cómodos, se divierten. No se sienten invadidos ni agredidos emocionalmente. ¿Soy un bicho raro? ¿Es incompatible escribir y publicar? ¿Hay algún punto intermedio? Porque disfruto creando, esa es quizás la mejor parte de todo ese proceso creativo, pero compartirlo es otra cosa, es otro mundo. Uno un poco más difícil. Quizás sea un océano para el que no todos estamos igual de preparados. Quizás lo mío sea un lago pequeñito, un riachuelo…

La verdad es que no he logrado encontrar una respuesta clara, mucho tiene que ver en ello la autoestima, pero quizás también la personalidad. Quizás no todos estemos hechos de la misma pasta. Quizás hay que buscar la manera en la que nos sintamos cómodos y podamos hacerlo a nuestra manera, sin florituras, apartando poco a poco aquello que nos hace más vulnerables, despacio, sin forzarnos… Sin dejarnos llevar por lo que hacen los demás porque quizás eso no funciona con nosotros, quizás por eso ellos se sienten más cómodos y nosotros no, porque son sus aguas.

Un pensamiento en “Escribir y publicar. La lucha interna

  1. Muy interesante todo lo que escribes. De hecho, eres una persona con una alta, sensibilidad.
    Modestia aparte; he escrito un libro que responde muchas de tus preguntas, las respuestas no se me ocurrieron, solo soy otro que repite algo que he corroborado que es mejor que todo lo que pensé antes y que se avala con la aprobación de muchos otros más inteligentes que yo y que han pasado a la historia en lugares destacados. Quizás te ahorres algunos miles de páginas de lectura, te puedo enviar mi libro gratis en pdf escríbeme directamente a mi correo edwacor@gmail.com o mejor a mi WhatsApp +53 53858501
    No estoy haciendo proselitismo a ninguna secta, asociación, afiliación política o corriente filosófica… igual no pasa nada si decides no leerlo, no responder etc. Un saludo cordial desde La Habana.
    Eduardo N. Cordoví Hernández

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